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dezembro 19, 2006
Bienal ETC. - Os terrenos baldios de Lara Almarcegui, por Fernando Oliva
Um dos "personagens" do Guia de Terrenos Baldios
de São Paulo, trabalho de Lara Almarcegui na Bienal
Bienal ETC.
Os terrenos baldios de Lara Almarcegui
FERNANDO OLIVA
Um olhar em direção ao vazio e, a um só tempo, uma reflexão sobre a ausência de uma intenção e os significados, para toda uma cidade, de um sistemático "projeto de abandono". O Guia de Terrenos Baldios de São Paulo, um dos trabalhos de Lara Almarcegui para a 27ª Bienal, acontece em torno de anti-paisagens em suspensão, locais que recusam a se situar tanto no tempo como no espaço: estariam ali para ocupar eternamente a função de "sobras", ou aguardando estrategicamente o momento ideal em que lhes será dada uma aplicação, um uso? Sua obra se situa nessa zona de ambigüidade, trafegando entre a categoria "manual técnico de arquitetura", um filme de ficção-científica e um romance polar de Alain Robbe-Grillet, no universo narrativo do Nouveau Roman.
Nestes espelhos invertidos, onde todo o mito construtivo e realizador paulista parece encontrar um ponto de interrogação, a artista espanhola se deparou, paradoxalmente, com a idéia de liberdade total, uma plataforma vazia à espera de uma intenção. Ou de alguém que lhe empreste um sentido (como uma espécie de alerta contra a política do esquecimento, a artista escreve: "No Guia procura-se mostrar quais são os terrenos baldios mais ameaçados: é muito importante visitá-los o mais rápido possível").
Um exemplo de uma descrição, a partir da imagem de um terreno na rua da Consolação, altura do número 1.411: "O terreno baldio é um vão de 5.300 metros quadrados encaixado entre edifícios numa zona densamente construída. A entrada do terreno fica na Rua da Consolação e coincide com a entrada de um estacionamento, ao qual se acessa somente de carro. No terreno havia uma mansão que foi demolida em 1985. Encheu-se de árvores frutíferas e pássaros, até que ali foi instalado um estacionamento em fins dos anos 1990".
O relato prossegue até mencionar a existência de uma estrutura de concreto e aço de um edifício que começou a ser construído e não foi adiante, terminando com um dado de tragédia pessoal: "Seu esqueleto está se tornando uma ruína. Junto à entrada acumulam-se materiais de construção que não chegaram a ser utilizados. Conta-se que durante a construção, chegou-se até o lençol freático e a água desestabilizou as fundações, e que os proprietários se arruinaram e tiveram que parar a obra".
Para além do caráter aparentemente documental de seus textos e imagens, a operação de Lara Almarcegui esboça uma possibilidade de futuro para estes lugares, por meio da invenção de narrativas - calcadas na realidade, porém com sutis fissuras. Assim como São Paulo, cada página de seu Guia de Terrenos Baldios é tão verossímel quanto absurda.
Leia a seguir entrevista concedida pela artista via correio eletrônico, realizada em espanhol e assim mantida.
Canal Contemporâneo - En Guia de Terrenos Baldios de São Paulo, pienso que está en discusión, entre otras ideas, especialmente el concepto de "proyecto", en el sentido de "tener una intención" (formal, espacial, estética; y de lenguaje además de todo). ¿Que sientido tiene, en su concepción, realizar este trabajo en São Paulo, una ciudad adonde justamente parece no haber una idea de proyecto definido (en este sentido, sin rumbo), y los terrenos abandonados parecen funcionar como "espejo invertido", "revés del revés" en relación à la ciudad?
Lara Almarcegui - La idea de espejo invertido es muy interesante, al final los descampados muestran la ciudad, pero en su imagen negativa; es decir que hay procesos que la ciudad esconde, mas que en los descampados son muy evidentes. Uno se confronta con la ciudad en los descampados.
Pero cuando empezé a trabajar en los descampados toda las ideas de "lo contrario de" (las heterotopias; los non-site, non-place ) fueron referencias importantes.
Imagem da série Guia de Terrenos Baldios
de São Paulo, de Lara Almarcegui
Cuando recebí la publicación Guia de Terrenos Baldios de São Paulo, en el primer momento empezé a mirar-lo "apenas" como un manual de documentación, y, en este sentido, técnico. Pero luego lo leí como un libro de ficción, un "polar" (policial) à la Alain Robbe-Grillet , para ser más preciso. ¿Este efecto, esta muy interesante ambigüedad de este objeto-libro, de dónde piensas que viene?
Yo tenía la referencia y el modelo de las guías de arquitectura, que no son solamente una guia de turismo sino que son un poco más serias.
Me encantan los libros que estudian por ejemplo una ciudad o un edifico.
Si leiste la publicación como una novela policial puede que sea porque contaba historias interesantes; y es que Sao Paulo es una ciudad alucinante y si te pones a escribir lo que sucede en ella salen historias muy interesantes. Yo no escribo bien, así que para estar segura de que me gustaba el texto mi técnica fue leer y releer y corregir y reescribir el texto muchísimas veces.
Y si que me gusta la brevedad y concisión en la escritura, así que cuando corrigo un texto lo que hago es cortar y cortar, si te recordaba a Robbe-Grillet igual es que corté demasiado!
En esta y en otras aciones tuyas (como Un descampado en el Puerto de Roterdan), ha optado por "no hacer nada". En otras, por realizar acciones aparentemente sin función o entonces efímeras y invisibles. ¿Cual puede ser, en tu mirada, el papel del "quijotesco" en estos trabajos?
Casi siempre que he estado junto a artistas que trabajaban con los temas que a mi me interesan, es decir: la ciudad, la construcción , la arquitectura; tenía el problema que todos ellos realizaban trabajos "utiles", que además de ser escultura eran un banco, una lampara etc... Hacer trabajos inútiles como los míos fue un handicap hasta que hace unos años me di cuenta que eso era una de las partes propias y especiales de mi trabajo: la inutilidad. El primer proyecto que realizé que me gusta de verdad consistió en renovar un mercado que iba a ser demolido. Más que quijotesco lo describiría como cabeconería. Al final lo importante es lo que puedas contar sobre una ciudad o un lugar. Si cuentas algo interesante yo creo que ya es bastante útil.
Se nota algo de escenográfico en estos terrenos. Como si, salvando las diferencias, se presentasen elegantemente para el público de la ciudad. ¿En el proceso de trabajo, ha sido seducida visualmente por ellos?
Como en Sao Paulo hay tantos descampados maravillosos al final los que hay en la Guia son los más atractivos, en este sentido si que me dejo seducir. Por supuesto hay otros criterios; por ejemplo incluir descampados en barrios diferentes, en situaciones muy diferentes para que cada descampado de la Guia tenga algo que mostrar o comunicar único y diferente del resto.
Imagem da série Guia de Terrenos Baldios
de São Paulo, de Lara Almarcegui
Lo subtítulo de lo Guia de Terrenos Baldios de São Paulo es Uma seleção dos lugares mais interessantes da cidade. ¿Particularmente, que ha visto de interesante en ellos como posibilidad para un "trabajo"¿
Lo mejor de los descampados es la falta de diseño, falta de arquitectura. Para mi cuando no hay arquitectura hay libertad y posibilidades. El espacio libre y abierto permite al ciudadano respirar. Por eso me gustan los descampados tanto y por eso propongo su visita porque cada uno tiene que tener su proia experiencia en ellos.
Por otra parte el subtitulo es algo práctico: quería dejar claro que la Guia no contenia TODOS los terrenos baldios de Sao Paulo sino sólo una selección, aquellos que para mi son los mejores, los que aconsejo ir a visitar.
¿Como ha recibido el tema de la Bienal de São Paulo, el Como Viver Junto barthesiano? Que posibles relaciones si puede establecer entre esto tema general y las preocupaciones centrales de la tuya producción?
En realidad nunca he reflexionado o hecho un esfuerzo por responder al concepto de la Bienal; nunca hago esfuerzos por introducirme en el concepto de un curator; esto debe de ser también resultado de la cabezonería; simplemente cuando trabajo con un curator confío en que el o ella hallan hecho bien su trabajo y que si me han invitado es porque mi trabajo encaja en el discurso; si no confío en un curator simplemente no participo.
Aunque no me esfuerce por encajar en conceptos de exposiciones, si que me esfuerzo y muchísimo en encajar, estudiar el lugar donde estoy exponinedo, la ciudad o el edificio.
Y desde luego he pasado mucho tiempo intentando saber mas sobre Sao Paulo.
Muchos de los artistas de la Bienal me interesan mucho, en realidad nunca havia estado en una exposición con tantos artistas que me interesaran tanto y con los que tuviera tanto que ver; creo que esto demuestra que los curatores hicieron bien su trabajo, porque realmente la selección de los artistas tenía sentido.
Gustaria por fin de hacer-te una pregunta colocada de forma obsesiva por el curador suizo Hans Ulrich Obrist a sus entrevistados: ¿tiene alguno proyecto no realizado? ¿Algo que no he posible hacer, por ser demasiado grande o demasiado chico?
Un terreno baldío protegido para SIEMPRE, que no se construya nunca. He conseguido por 1 año, por 10 años, por 15, pero nunca para siempre.
Fernando Oliva é crítico de arte e colabora com as publicações Lapiz-Revista Internacional de Arte (Espanha), Contemporary (Inglaterra) e C (Canadá). Foi co-curador, ao lado de José Augusto Ribeiro, da mostra VOL., centrada em questões sonoras na produção contemporânea, na Galeria Vermelho (2004). Coordena o projeto Contemporâneo, de intervenções gráficas, publicado mensalmente na revista Bravo, e integra o Grupo de Crítica do Paço das Artes.
Imagem da série Guia de Terrenos Baldios
de São Paulo, de Lara Almarcegui